Por la mente de José Mourinho únicamente pasa el clásico, un encuentro que la plenitud del cuerpo técnico madridista lleva preparando con la máxima intensidad varias semanas. El luso no quiere verse sorprendido por ningún movimiento en el dibujo táctico del Barcelona, por lo que ha estudiado en profundidad todas las posibilidades. El objetivo es mantener siempre el control del partido y no verse sometido al juego que pretenda imponer el cuadro blaugrana.
En el seno de la entidad madridista son conscientes de que tienen ante sí una gran oportunidad, al haber conseguido lograr llegar al envite contra el Barcelona con tres puntos de ventaja y un encuentro menos disputado. Aunque el equipo blanco ha estado centrado en los diferentes choques que ha disputado hasta ahora, parte de los hombres de confianza de Mourinho se han dedicado a analizar en profundidad al Barcelona, realizando una labor de ‘scouting’ desde hace ya varias semanas.
Uno de esos ‘espías’ viajó a San Siro para vivir in situ el enfrentamiento entre Milán y Barcelona y llevó a la capital de España informes interesantes. El conjunto blaugrana jugó en esa ocasión gran parte del encuentro con defensa de tres, esquema que ha repetido en varias ocasiones. Teniendo en cuenta la relevancia que tenía el partido jugado en tierras transalpinas y que esa misma defensa también la utilizó Guardiola en un feudo complicado como es Mestalla, el staff técnico blanco no descarta que su archienémigo se presente con ese mismo esquema en el Bernabéu.
La diferencia actual en la tabla es engañosa, ya que si el Real Madrid consiguiera vencer al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, la distancia real entre ambos ascendería a seis puntos, lo que hace que para el Barcelona la victoria sea prácticamente una obligación si quiere seguir teniendo opciones de llevarse la Liga. Aunque una gran mayoría de voces autorizadas en el mundo del balompié no creen que Pep Guardiola corra ese riesgo, el de Santpedor siempre se ha caracterizado por lo impredecible de sus decisiones. Además, y según lo que vaya aconteciendo en el partido, el Barcelona podría hacer varios cambios en su dibujo. Esto es algo que también han observado los hombres de confianza de Mourinho, por lo que aunque los culés no comiencen con una línea de tres en defensa, la pueden llegar a utilizar si Guardiola lo considera necesario.
Por ello, Mourinho está preparado para cualquier situación. El portugués no quiere dejar ningún cabo suelto, por lo que ha estudiado a conciencia los diferentes esquemas con los que se puede presentar el rival en el Bernabéu. Una precaución que se extiende a todos los miembros de la plantilla, que también están al corriente de los informes recibidos acerca del juego culé. En esta ocasión, el luso tiene la intención de tener el control del partido y adelantarse a cualquier movimiento de los azulgranas. Ningún factor puede pasarse por alto, ningún aspecto puede quedar expuesto al azar. La máxima es clara: concentración para combatir cualquier permuta en el planteamiento rival.
Uno de esos ‘espías’ viajó a San Siro para vivir in situ el enfrentamiento entre Milán y Barcelona y llevó a la capital de España informes interesantes. El conjunto blaugrana jugó en esa ocasión gran parte del encuentro con defensa de tres, esquema que ha repetido en varias ocasiones. Teniendo en cuenta la relevancia que tenía el partido jugado en tierras transalpinas y que esa misma defensa también la utilizó Guardiola en un feudo complicado como es Mestalla, el staff técnico blanco no descarta que su archienémigo se presente con ese mismo esquema en el Bernabéu.
La diferencia actual en la tabla es engañosa, ya que si el Real Madrid consiguiera vencer al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, la distancia real entre ambos ascendería a seis puntos, lo que hace que para el Barcelona la victoria sea prácticamente una obligación si quiere seguir teniendo opciones de llevarse la Liga. Aunque una gran mayoría de voces autorizadas en el mundo del balompié no creen que Pep Guardiola corra ese riesgo, el de Santpedor siempre se ha caracterizado por lo impredecible de sus decisiones. Además, y según lo que vaya aconteciendo en el partido, el Barcelona podría hacer varios cambios en su dibujo. Esto es algo que también han observado los hombres de confianza de Mourinho, por lo que aunque los culés no comiencen con una línea de tres en defensa, la pueden llegar a utilizar si Guardiola lo considera necesario.
Por ello, Mourinho está preparado para cualquier situación. El portugués no quiere dejar ningún cabo suelto, por lo que ha estudiado a conciencia los diferentes esquemas con los que se puede presentar el rival en el Bernabéu. Una precaución que se extiende a todos los miembros de la plantilla, que también están al corriente de los informes recibidos acerca del juego culé. En esta ocasión, el luso tiene la intención de tener el control del partido y adelantarse a cualquier movimiento de los azulgranas. Ningún factor puede pasarse por alto, ningún aspecto puede quedar expuesto al azar. La máxima es clara: concentración para combatir cualquier permuta en el planteamiento rival.
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