Durante los últimos tres años, siete meses y tres días el madridismo ha tenido una espina clavada. Éste es el tiempo que ha estado el Real Madrid sin ganarle en su campo al F.C. Barcelona, desde que aquel histórico 7 de mayo de 2008 el conjunto merengue celebrara su última Liga viendo como el eterno rival le hacía el pasillo en el Santiago Bernabéu.
Como si ese gesto reverencial hubiera sido el comienzo de una maldición, el Real Madrid no ganaba al Barcelona en su terreno de juego desde entonces. Entre tanto, habían tenido lugar tres choques ligueros con dos triunfos culés y un empate madridista, más un partido de Liga de Campeones que también acabó con triunfo de los catalanes. O lo que es lo mismo, desde que Pep Guardiola dirigía a este equipo, los blancos no lograban imponerse a ellos frente a su parroquia.
Y este 10 de diciembre se cumplían 1.312 días de la citada fecha. Muchísimo tiempo para un equipo acostumbrado a imponerse a los azulgranas en su feudo. Un tiempo en el que habían tenido lugar varios resultados ante ellos de infausto recuerdo que este sábado debía vengarse. Por ello, la derrota de este sábado supone un nuevo paso atrás en el intento de superar una maldición que preocupa al madridismo. Así que ahora solo queda pensar en el día de mañana para empezar a trabajar con la idea puesta en que ésta haya sido la última vez.
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